Sanlúcar ¿en diciembre?

El fin de semana pasado fui a Sanlúcar. Sí, Sanlúcar de Barrameda. El día 30, mi primo Paco (el del teatro) estrenaba su versión de Peter Pan, y era la ocasión perfecta para desconectar de las clases. Al llegar de Barcelona a Cádiz solo para eso, decidieron acogerme en el auditorio de la Merced dos horas antes de la función para que viera las preparaciones. Me hicieron una visita turística por el auditorio, y hasta el momento soy una de las pocas personas que ha subido a la cúpula y que ha visto las tumbas medievales que hay en los vestuarios. La obra salió perfecta. Hubo algunos fallos, como con todo, pero yo pienso que quién crea que la obra fue un truño, debería haberse puesto dos horas antes en el pasillo central y haber observado el ambiente de tensión y estrés que había entre la gente. Pero ahí no se había acabado. El día antes de mi partida, fueron al bar de mi tío a cenar la mayoría de los 'componentes activos' del grupo y los más trabajadores, los que piensan en ello como un trabajo y no como un juego o una forma de pasar el tiempo. Dio la casualidad de que yo también cené allí, y antes de irme, mi primo, al grito de 'Venacapacá' me hizo ir para enseñarme algo. Ese algo era un cartel de la obra firmado por detrás por todos los componentes activos, y hubieron otros que no pudieron firmar. Cada uno con el nombre del personaje al que habían representado y su nombre real. Veinte firmas. Y por si fuera poco, una dedicatoria de cinco líneas, que terminaba en: "Y, por encima de todo, si alguna vez te aburres o quieres salir de la rutina, tuerce en la segunda estrella a la izquierda y vuela recto hacia el amanecer. Teatro de Bolsillo."

ATENCIÓN: Esa fue una de sus primeras obras. Si no os parece lo suficientemente épica (para los de la LOGSE: la cosa grande), tened en cuenta que han mejorado mucho desde que comenzaron. Mucho...