domingo, 1 de febrero de 2015

No estoy muerto

Ha pasado más de un año. He crecido. He vivido muchas cosas y he cambiado y madurado como persona. Espero que todos vosotros también hayáis cambiado, que os hayan pasado cosas que sean dignas de recordar y de guardar para la posteridad.

Es hora de que este viaje quede en suspenso. Voy a dejar el blog suspendido indefinidamente, pero sabed que en algún momento habrá otro, y mejor que este.

Que sepáis que volveré.

sábado, 11 de enero de 2014

Sinceramente, no sé cómo nombrarlo

Después de los exámenes y las comidas navideñas, llega una nueva entrada...

¿Por qué hay un nombre para cosas absurdas, como por ejemplo apocopar (cuando se suprime una vocal al final de una palabra) o un borborigmo (dicho de otra forma, cuando rugen las tripas) y no hay un nombre para cosas más normales? Por ejemplo, ese trozo de piel justo bajo la nariz que separa las dos partes de un mostacho, por definirlo de alguna manera. Yo a eso lo llamaría "entrebigote", o puestos a imaginar, "jagandero", o algo por el estilo. Ya que estamos con el tema, os pongo aquí un enlace a una lista realmente enorme de palabras que seguramente no conoceréis, otras que habréis escuchado pero no sabéis que significan, y a lo mejor alguna que sí conozcáis. Os animo a que pongáis en los comentarios alguna cosa que no tenga nombre y algunas sugerencias para nombrarlo. Por ejemplo, yo ahora mismo estoy pensando en los agujeritos de las fresas o de las pelotas de golf. ¿No hay ningún nombre técnico para eso? Lo único que se me ocurre es que sea un hoyuelo, pero queda demasiado poco original comparado con lo anterior. Hablando de fresas y sus incógnitas, ¿cuál es el verdadero nombre del rabito?

viernes, 8 de noviembre de 2013

Retorno (otra vez)

Tres meses. Mucha gente desconcertada. Indecisión. Figuras literarias inconexas que pronto se desvanecen. La música de un gran pianista. Profesores, deberes, trabajos. Y el deseo de hablar con vosotros que el inicio de sesión de Google no me permite cumplir. Arreglado.

Hoy es viernes y son casi las doce de la noche, pero no me importa. Por fin puedo seguir con el blog, y eso hace que esté feliz. Hay muchos proyectos en juego, y muchos están cerca de ser cumplidos. A partir de ahora, escribiré más a menudo. Hablaré sobre mis cosas, sobre lo que hablaba antes, pero no habrá más ausencias. Ya es tarde, y tengo sueño, pero seguiremos en contacto... Pasároslo bien, y gracias por todo.


Blog del pianista (que de hecho es mi tío) http://www.ecosmasalladelaultimacalle.blogspot.com.es/

miércoles, 10 de julio de 2013

Noticias

Hola otra vez. Hoy publico dos entradas: la de la teoría de la percepción relativa, que ya tenía escrita y guardé como borrador en vez de publicar, y esta. Para más información sobre la otra entrada, ver la otra entrada (enlace aquí). Para más información sobre esta entrada, seguir leyendo.
Bueno, la cuestión es que me voy a Sanlúcar el día 19 de este mes y vuelvo el 18 del siguiente. Por lo tanto, pasaréis un mes en el que lo más seguro es que no ponga nada, pero ya os lo contaré todo (o casi) cuando vuelva. La otra cosa es que voy a cambiar mi móvil actual, un Xperia Pro Mini (o Mini Pro) heredado al que se le rajó la pantalla, cuyos trocitos ya están cayendo, por un Xperia P, el cual tiene más memoria y mejor cámara y tal. ¿Qué significa eso? Que si me lo dan antes de irme p'allá, haré fotos y las publicaré en el blog, para que podáis ir haciéndoos una idea de como es aquello. Y más o menos ya está, hace un calor que derrite los huesos y no hay mucho más.

Teoría de la Percepción Relativa

Yo, cuando me aburro, me pongo a pensar (dentro de poco, en vez de eso me dedicaré a escribir). Y cuando yo me pongo a pensar, gracias a mi mente de niño, imaginativa cuanto menos, salen resultados imaginativos, aunque bastante coherentes.
 El otro día se me ocurrió una idea bastante prometedora: ¿Y si todo el mundo tuviera los mismos gustos sobre los colores? A lo mejor el azul según yo lo veo, es igual que el verde según tú lo ves, querido lector, y por eso a mí me gusta el azul y a ti el verde como yo lo veo, pero tú a ese verde lo llamas azul. Porque a nosotros nos enseñaron a llamar a los colores por un nombre, pero el color enlazado a ese nombre cambia según la persona. Yo veo blanco y tú ves blanco, pero yo lo veo de una forma y tú la ves de otra. Aunque pueda ser difícil de comprender (y os aseguro que también es muy difícil de explicar), cuando lleguéis a comprenderlo veréis lo coherente que es. Tiene todo el sentido, y yo pregunto, ¿no podría ser que fuera así?
 Grandes misterios que nadie nunca llegará a comprender... ni yo los comprendo.

Se aconseja leer varias veces para terminar de hacerse a la idea.

sábado, 15 de junio de 2013

Planes de futuro

Después de mucho tiempo pensándolo, me he decidido. Quiero dedicarme a escribir. Según muchos de vosotros, escribo bastante bien, teniendo en cuenta mi edad, y el otro día me di cuenta de que, como oficio, no estaría mal. He estado pensando y he decidido empezar a escribir una pequeña novela (280 páginas como mucho). Aún no he empezado, porque eso es lo más complicado. Pero me he decidido y es lo que haré. Ya he terminado los exámenes, ayer hice el de taekwondo (pasé a semimarrón) y en las tardes veraniegas en que me aburra cogeré el portátil y me pondré a escribir... A ver qué sale...

sábado, 27 de abril de 2013

Compromisos que nunca se cumplen y nunca lo harán

A veces me despierto desvelado por la noche y no puedo volver a dormir. Entonces me acomodo en la cama y me dedico a pensar. A pensar en las cosas que realmente me importan, a pensar en las cosas que me pasan cada día, a pensar en las cosas que podría hacer para mejorar la situación, a pensar en compromisos que luego nunca se cumplen. Después me despierto a media mañana y me sorprende que haya conseguido dormir. No recuerdo mis sentimientos; ellos mismos aparecen después como un torbellino de frases y de pensamientos, de ideas imposibles y de compromisos incumplidos y que nunca cumpliré. porque sé que así será. Que si te comprometes tú solo a hacer algo difícil, por muy cuerda que sea la idea, no la cumplirás, porque pensarás que se te ocurrió cuando estabas medio dormido y cuando se está medio dormido todo lo que piensas hacer puede conseguirse. Pensarás que era un sueño en el que hacías todo eso. Porque la realidad es esa. Es un sueño, tu visión de la mejoría en tu forma de ser y en lo que puedes hacer para mejorar las cosas y tu situación actual y la de los demás, la de tu familia y tus amigos, la de las personas a las que realmente quieres y te importan en esta vida. No pensarás en lo que puedes hacer para mejorar la situación de tu deportista, cantante o actor favorito, porque esas personas no te importan realmente. Quizá te guste su forma de ser, su voz, su dominio del balón o su papel en cierta película, pero no va más allá de eso, no son personas a las que quieres realmente y puedes vivir perfectamente sin ellas.

Lo que puedes tener para mejorar la calidad de vida son sinceridad, solidaridad, cariño, amor y respeto. Sabes cuando le importas a alguien cuando te sonríe y notas en su gesto esos sentimientos. Y lo que realmente hay que hacer cuando alguien te sonríe de esa forma es dejar lo que estés haciendo, por muy importante que sea, y devolverle la sonrisa de la misma forma. Esos cinco sentimientos son lo único que necesitas para ser feliz, no importa si eres médico, abogado, ingeniero, profesor, ministro, árbitro, si vives en Rumanía como si vives en Canadá, tanto si eres grande como si eres pequeño, si eres alto o bajo, gordo o flaco, rico o pobre, famoso o desconocido para los demás. Lo único que te impide sentirlos es albergar los sentimientos contrarios: corrupción, hostilidad, maldad y muchos más. Porque siempre hay muchas más cosas malas que buenas. Lo único que pasa es que lo bueno es mucho más fácil de encontrar en esta vida si sabes buscarlo.

sábado, 2 de marzo de 2013

Nieve

Está nevando. Son las cuatro de la mañana. Mi padre me ha despertado para que lo vea. Al mirar por la ventana veo que el exterior iluminado  y por la amarillenta luz de las farolas está empezando a blanquearse. Me voy otra vez a la cama, pues me caigo de sueño.
Son las once de la mañana. Miro por la ventana con esa esperanza que sólo tenemos los jóvenes, y veo que ha cuajado. Un manto blanco cubre toda la extensión del pueblo. Los tejados que antaño eran rojos ahora son blancos. Es como si todos los que viven aquí se hubieran dedicado durante toda la noche a pintar el pueblo. Es precioso. Salimos fuera. La nieve y su tacto frágil que siempre me sorprendió están ahí, existen. Nos tiramos unas cuantas bolas de nieve y hacemos fotos. Son maravillosas. Una solitaria flor de un solitario almendro. Flores cubiertas por la nieve. Nosotros cubiertos por la nieve. Ahora me cuesta decir que prefiero el verano.